Cuando leemos o escuchamos un cuento, nos ayuda a poner en juego nuestra fantasía y podemos reconocernos en el protagonista y tratar nuestros conflictos internos.
Los cuentos populares dejan, a quien los escucha o los lee, la posibilidad de escoger el camino y el personaje que desee y poderse situar en la historia como considere más adecuado sin ser juzgado. El significado profundo del cuento es diferente para cada persona e incluso para la misma persona en diferentes momentos de su vida. También adquirirá un significado diferente la misma historia según sean nuestros intereses y necesidades del momento, por ello al explicar cuentos, es conveniente seguir y saber del interés de quien nos escucha.
El cuento es un texto que no está fijo, sino que lo podemos mover y cambiar cada vez que lo leemos y cada vez que lo explicamos. El cuento popular es el resultado de una historia a la que le han dado forma, y por tanto puede haber distintas versiones.
Las asociaciones, conscientes e inconscientes, que los cuentos provocan a quien los escucha, dependen de cuales sean sus creencias y sus inquietudes personales. Los cuentos de hadas nos hablan a nuestro consciente y a nuestro inconsciente, por lo tanto no necesitan evitar las contradicciones, pues estas coexisten en el inconsciente.
Lo que se dice en los cuentos no debe tomarse al pie de letra, se ha de considerar como representaciones simbólicas de experiencias relevantes de nuestra vida. Aunque no nos demos cuenta, lo captamos por intuición, lo sabemos porque está implícito. Aunque ofrecen imágenes simbólicas y fantásticas, los conflictos que presentan los cuentos son cotidianos y comunes, aparecen los miedos, los sueños, los deseos, las frustraciones, los celos, la envidia, la rivalidad, la glotonería, la sexualidad, el amor, la soledad, la muerte...
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Los protagonistas de los cuentos son personajes entrañables, nos presentan dilemas con los que nos enfrentamos en algún momento de nuestra vida y nos podemos reconocer en ellos de alguna manera. Cada cuento nos puede enseñar a cada uno cosas diferentes según nuestra propia imaginación.Nos divierten, nos estimulan, nos ayudan a clarificar nuestras emociones, nos hacen dar cuenta de nuestras debilidades y dificultades y al mismo tiempo nos pueden sugerir soluciones a conflictos que nos inquietan.
El mensaje que los cuentos de hadas nos transmiten de diversas maneras es que la lucha contra las dificultades de la vida es inevitable, porque forma parte de la existencia humana, y que si no huimos sino que nos enfrentamos a las privaciones podemos llegar a superar los obstáculos. El cuento de la misma manera que la vida es un camino lleno de pérdidas y logros, se pierde para conseguir algo nuevo.
Los cuentos devienen un alimento para el alma.
Nota: A la memoria de Bruno Bettelheim autor de Psicoanálisis de los cuentos de hadas.
