Sobre el maltrato a la mujer: las trampas del amor

Consideramos el maltrato a la mujer como un emergente en las relaciones de poder en nuestra sociedad patriarcal, y de la expresión de los roles de género que se promueven entre los hombres y las mujeres.

El maltrato psicológico y la violencia en la pareja no se dan sólo en la relación del hombre con la mujer sino que también se da en la relación entre hombres y entre mujeres. Además, tampoco podemos obviar situaciones de dominación, de poder y maltrato entre madres e hijos, entre hijos y padres, entre mayores y jóvenes y la violencia en el ámbito escolar. Conviene recordar la tendencia del ser humano a la destrucción y a la agresividad.

¿Qué buscan las mujeres y los hombres? Hacerse uno con el otro, la completud. La idealización de la relación de pareja, “la media naranja”, comporta el ideal de completud pero la realidad puede comportar encuentros con desencuentros.

La idea que sostiene que la pareja, al igual que la monogamia y el matrimonio por amor, es una invención reciente del amor romántico pero se acepta com algo universal y natural en todas las culturas, aun así, en muchos países la mayor parte de los matrimonios siguen siendo pactados por las familias.

¿Cuáles son los desencuentros y encuentros entre nuestra masculinidad y nuestra feminidad? ¿Hasta qué punto nuestros encuentros externos son reflejo de lo interno?

En una relación de pareja, en general, lo que ponemos en juego son las dificultades de cada uno proyectadas en el otro.

Hay hombres y mujeres que confunden la virilidad con la violencia, la posesión con el amor, los celos con la pasión, el control con el cuidado del otro.

Al estar en pareja, la mayoría de personas renuncian a sus propios proyectos, a sus deseos, a su particular forma de vivir y esto puede provocar agresividad contra el otro. Culpando al otro de nuestras frustraciones, tratamos de eludir la responsabilidad de nuestras dificultades.

La violencia surge como respuesta de las expectativas no satisfechas, cuando el otro responde de una manera diferente a la esperada.

Dejar lo que es propio de uno mismo va situando al sujeto, generalmente la mujer, en dependencia del otro. Por ejemplo, en el momento que la mujer deja en manos de la pareja las decisiones cuando ella o los dos tienen que hacer alguna cosa.
Por ello es importante que la mujer encuentre “su palabra” y tome sus decisiones.

La dependencia en la mujer está más relacionada con el amor. Ella espera una muestra de amor de su pareja, lo que la hace estar absorbida en la relación, pudiendo comportar situaciones de maltrato, y creer en las palabras de amor y arrepentimiento o interpretar los celos como señal de su interés. Le dice que la quiere, que la necesita, que está loco por ella, que es la mujer de su vida, que sin ella no puede vivir, comprándole flores, regalos... Con las trampas del amor le dice que la quiere sin límites con la finalidad de que la mujer continúe la relación en una posición de sumisión y dependencia.

Las mujeres se enganchan con hombres maltratadores, debido a la necesidad de la mujer de sentirse especial y única para alguien, de ser necesaria, imprescindible para él.

La dependencia se manifiesta de forma extrema con la imposibilidad de aceptar perder una persona, sentir el abandono, el desamparo y la soledad. La dependencia emocional siempre tiene relación con la historia y los vínculos de amor de cada mujer y cada hombre.


Para acabar, remarcaría que se trata de pasar de la pareja como UNO y de la mitificación del amor romántico, a la pareja como dos sujetos con sus diferentes ideales, que habrán de permanecer en parte insatisfechos. Los hombres y las mujeres son diferentes pero esto no implica una relación subordinada y desequilibrada, sino que puede ser una relación desde la igualdad.

Anna Casino (c) 2012-2023
tlf: 636 861 246

Pulse para ver el Certificado de Web de Interes Sanitario

Web design by Berta FA



Siguenos en FacebookSiguenos en Instagram